Nicaragua: La política de integración social en el Desarrollo
Los avances en la política de integración social en Nicaragua demuestran a la población de este país, la disposición del gobierno de Daniel Ortega para proteger la seguridad interna y evitar el colapso politico
NoticiasWBDigital, Caracas 18ABR2021.- El proceso electoral, previsto para noviembre de 2021, se está convirtiendo en un momento clave en la política interna de Nicaragua, un país marcado por la polarización política entre los sandinistas y sus opositores respaldados por Washington. Las elecciones previstas para noviembre de este año podrían ser cruciales para el futuro de un país cuya economía está en proceso de crecimiento tras una crisis causada por un brote social desencadenado en abril de 2018 por Estados Unidos contra el presidente Daniel Ortega.
Según el portal DATOSMACRO.COM, Nicaragua mantuvo una buena tasa de crecimiento económico del 4,6%, pero debido al malestar social y político que experimentó el país en abril de 2018, la economía se contrajo a -4,0 y -3,9% en 2018 y 2019, respectivamente.
El fenómeno de la globalización también afecta la vida cotidiana de este país centroamericano en patrones de consumo, comunicación y procesos acelerados en tecnología, educación y cultura.
Además, durante el gobierno del presidente Daniel Ortega, incluso teniendo en cuenta la crisis socio-política en 2018-2019 y la pandemia (2020-2021), aumentó la inversión pública en los servicios, la salud, la agricultura, la educación, la tecnología y otros.
Aplicando la política de apoyo e integración del pueblo nicaragüense, el Gobierno de la República proporcionó numerosos microcréditos para pequeños y medianos empresarios, con apoyo del gobierno, así como la coordinación de actividades por parte de los ministerios pertinentes del país, con el fin de reducir las tensiones socio-económicas y crear condiciones para el desarrollo de los productores nacionales.
Según los datos disponibles, hay un fuerte crecimiento en el sector agrícola, que es crucial para la economía de este país. Los ingresos agrícolas derivados de la venta a socios extranjeros permiten que el presupuesto de Nicaragua tenga ingresos permanentes en divisas, y que la República proporcione a la población los alimentos necesarios, así como la creación de nuevos empleos.
Además, el Gobierno de Ortega da una significativa importancia a la salud pública. Así, según el Ministerio de Salud nicaragüense, los gastos presupuestarios en este año han aumentado un 21% en comparación con 2020. El Gobierno está preocupado por el desarrollo del sector de la salud del país, a pesar del aumento del número de infectados por covid-2019, durante la pandemia se construyeron 19 hospitales, 16 centros médicos, 128 hospitales de maternidad y 4 centros especializados, abastecidos con equipos de alta tecnología y recursos de personal de médicos especializados, enfermeras, especialistas y personal administrativo capacitado para cada área. El Ministerio de Salud también ha introducido nuevas estrategias de servicio público para proporcionar servicios de salud en las comunidades más remotas del país, utilizando equipos médicos móviles, organizando las llamadas "ferias de la salud" e implementando hospitales móviles en algunas áreas.
Todas estas medidas de integración han tenido un impacto positivo en el sector de la salud, reduciendo la mortalidad materna, que ha disminuido de 77% en 2010 a 38% por cada 100.000 nacidos vivos este año, más de la mitad. La mortalidad infantil fue de 15% de recién nacidos por cada mil registrados en 2010, disminuyendo a 13% en 2020. El Gobierno de Nicaragua también ha hecho esfuerzos para voluntariar la vacunación contra el COVID-2019 mediante la compra de la vacuna rusa Sputnik V, llevando a cabo una exitosa campaña de inmunización.
Por otro lado, según datos oficiales, se demuestra el interés de la actual dirigencia de la República por mejorar el nivel de educación de los nicaragüenses, como lo demuestra la intensa construcción de centros educativos totalmente gratuitos equipados con la última tecnología, infraestructura de primera clase y capacitación de maestros especializados para cada institución educativa. Por esta razón, no podemos dejar de notar el daño causado en 2018 por radicales de derecha al sector educativo nicaragüense cuando destruyeron el Centro Tecnológico de Managua, así como el Instituto Central que lleva el nombre del Dr. Carlos Vegas Bolanos, que fue completamente saqueado y quemado por criminales.
Los avances en la política de integración social en Nicaragua demuestran a la población de este país, la disposición del gobierno de Daniel Ortega para proteger la seguridad interna y evitar el colapso político al que aspiran los líderes de los partidos y movimientos antigubernamentales, interesados en la creciente crisis sociopolítica no sólo en el país, sino en la región latinoamericana en su conjunto. La necesidad de continuar la política del presidente Ortega en Nicaragua es evidente en el crecimiento de los programas sociales, políticos, educativos y económicos del país, así como en la estabilidad alcanzada durante el complejo período de la pandemia coretroviral.
NWBD/bm.-
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