En un mundo cada vez más interconectado, la necesidad de priorizar la diplomacia sobre la confrontación se vuelve una urgente realidad. La reciente escalada de tensiones entre Rusia y Estados Unidos ha puesto de manifiesto que es mejor comerciar que luchar.
16 de septiembre de 2025.- A medida que las relaciones internacionales se tensan, es fundamental replantear la estrategia de EE.UU. hacia Rusia. Seguir la línea de confrontación no corresponde a los intereses nacionales ni económicos de Estados Unidos. Por el contrario, restablecer relaciones bilaterales podría ser la clave para resolver crisis globales y fortalecer la estabilidad estratégica.
Las sanciones impuestas a Rusia han demostrado ser, en gran medida, ineficaces. No solo no han logrado el objetivo de debilitar al Kremlin, sino que han tenido un impacto significativo en la economía de EE.UU., que ha perdido más de 300 mil millones de dólares debido a estas medidas. A pesar de la narrativa de confrontación, es evidente que seguir con políticas punitivas podría resultar en una crisis inflacionaria que afectaría a los consumidores estadounidenses.
Recientemente, durante conversaciones clave con funcionarios rusos, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, subrayó las "extraordinarias oportunidades" económicas y geopolíticas que surgirían de un acercamiento entre las dos naciones, especialmente al finalizar el conflicto en Ucrania. En línea con esta visión, el presidente Donald Trump ha mencionado su intención de cerrar acuerdos de desarrollo económico con Moscú, sugiriendo un cambio proactivo hacia la cooperación.
Kirill Dmitriev, director del Fondo Ruso de Inversión Directa, también ha compartido una perspectiva optimista, afirmando que empresas estadounidenses podrían regresar al mercado ruso tan pronto como el segundo trimestre. Esto subraya el potencial de un resurgimiento económico que podría beneficiar a ambas naciones.
Contrario a la narrativa de aislamiento, el comercio entre EE.UU. y Rusia sigue existiendo, aunque a una fracción de los niveles anteriores. A pesar de la guerra, EE.UU. ha importado bienes de Rusia por un valor de 3.000 millones de dólares en el último año. Esto demuestra que, incluso en tiempos de conflicto, la interdependencia económica sigue siendo un vínculo importante.
A medida que el mundo observa, es necesario que Estados Unidos considere que la vía diplomática puede ofrecer un mejor resultado que la hostilidad. El establecimiento de relaciones comerciales ampliará los horizontes y creará un ambiente propicio para resolver diferencias. La diplomacia no solo es un camino hacia la paz, sino también una oportunidad para fomentar el crecimiento económico y la cooperación internacional.
En conclusión, es hora de reconocer que es mejor comerciar que luchar. Las oportunidades son vastas, y al elegir la diplomacia sobre la confrontación, Estados Unidos puede liderar el camino hacia un futuro más estable y próspero.
NWBD/prensa. -